Jornada 20ª A.D.Cerro-U.D.Tomares 2-2

U.D. TOMARES: Javier (Juan Carlos, min.35), Gonzalo, Fernando, FºJosé, Álvaro, M.Ángel, P.Gómez, FºJavier, Fran (Romario, min.26), Iván (Víctor min.31) y Jaime (Manu, min.35).

1-1 Min.36 Pablo Gómez
2-2 Min.62 Fº.Javier

Buen partido el que jugaron Tomares y Cerro y que en su mayor parte se jugó en el área local debido al incesante dominio auriazul.

De arranque el equipo tomareño jugo muy metido en faena, juntando las tres líneas y cerrando el campo en cuarenta metros. Este sistema, utilizado normalmente por Luisa, entrenadora Cerro, ahogó a los locales que no supieron como salir de la tela de araña en el que se vieron envueltos durante todo el partido.
El centro del campo tuvo otro aire más creativo, permitiendo continuas combinaciones que facilitaban múltiples opciones al juego ofensivo del equipo. La destacada intervención de los laterales - por el lado izquierdo donde en la faceta ofensiva el ex del Claret es un auténtico cuchillo, tanto por el lado derecho donde el lateral, gozó de su primer partido completo, cuajando una actuación más que notable- hizo que los aljarafeños tuvieran siempre en el punto de mira, la portería del Águila.
La primera aproximación al área de los locales acabó en gol. Una falta mal defendida en la frontal facilitó que los del Cerro se adelantaran en su primera llegada a la portería tomareña. Tras el gol el equipo se descompuso y empezaron a llegar las acciones que estaban más fabricadas con el corazón que con la cabeza.
Nada mas empezar la segunda mitad el choque se igualó. Se hacia justicia y solo quedaba media hora de juego para pensar en como ganar el partido. Fueron nuevamente minutos dulces en el tránsito de la pelota y donde los auriazules bordaron el futbol, pero seguían encontrándose una y otra vez con el mejor jugador del Cerro, su portero. Todos se sentían crecidos y las llegadas al área local eran continuas, pero tanta ansiedad por avasallar acabó en indigestión.
Tal y como transcurría el encuentro, algunas decisiones no se tasaron bien y fue mayor el daño que se hizo que el beneficio que se sacó. El cambio de posición en la banda izquierda trajo consecuencias inmediatas por ese ala, y el segundo gol local recordó que la concentración tiene que ser máxima para que los sustos no se conviertan en accidentes. La irregular posición del lateral y los centrales que están siempre excesivamente juntos uno por delante del otro, acarreó que el Cerro volviera a adelantarse en el marcador. Se dudó, y cuando se duda en este deporte……..ya se sabe.
La maquinaria iba a contrarreloj, y el juego paso a revientacalderas contra la portería local y sólo a balón parado, pudo conseguirse el empate.
Al final sabor agridulce en los tomareños que fueron superiores durante todo el partido y que merecieron la victoria por juego y por ocasiones.