domingo, 22 de febrero de 2009

Jornada 19ª U.D.Tomares- A.D. Nervión 2-0

U.D. TOMARES: Javier (Juan Carlos, min.35), M.Ángel, Fernando, FºJosé, Álvaro, De la Rosa (Sam, min.59), P.Gómez (Gonzalo, min.50), FºJavier, Pablito, Iván (Víctor min.33) y Jaime (Manu, min.30).

1-0 Min.29 propia meta
2-0 Min.70 Pablo Gómez

Es el partido. Los Tomares-Nervión se han convertido en todo un clásico de la temporada por antonomasia. Se transmite una pasión desbordada de camada en camada que en los últimos años, ambos equipos han defendido su mando en plaza con uñas y dientes, no cediendo ninguno de los dos, los puntos en litigio cuando juegan en casa. Y este partido no era para menos.
Plantear un partido no convocando a los dos delanteros centros del equipo, parecía mas que arriesgado, por la sensación de vértigo de cara al rival, y más sabiendo que a estas alturas de campeonato el Nervión es el equipo menos goleado (14), y que además suele sacar una rentabilidad pasmosa en sus acciones ofensivas (23).
El vigente campeón y el subcampeón de la 07/08, salieron al campo con objetivos concretos, y ya de salida, los tomareños le ganaron la partida a los sevillanos dando un golpe premeditado de pizarra. Abrieron el campo tanto, que los visitantes no encontraron nunca la manera de enlazar una jugada con cierta sensatez, incluso el futbolista más temido Lucho, quedo aislado en el triangulo de la medular sin que ninguno de sus compañeros pudieran contactar con él durante todo el partido.
Por su parte los locales apostaron por ir apuntalando minuto a minuto la superiodad que necesitaban en todas las partes del campo para culminar en alguna jugada la superioridad invisible que había sobre el tapete. Se avanzó bastante en la construcción del toque en el centro del campo, asignatura pendiente de los tomareños esta temporada, y solo se falló en algunos pases horizontales y divididos, pero con la situación del sistema la recuperación de la pelota era casi instantánea.
Una vez corregida la posición del delantero centro local, que se perdió de inicio en sus funciones, los auriazules con su presión asfixiante robaron una pelota en la banda izquierda, y con un centro al más puro estilo del croata Robert Jarni, propició una rocambolesca carambola que acabó alojada en la red albiazul. Son uno de esos goles que se celebran con una alegría desbordada cuando ves que el rival se ha ahogado en su propio vómito.
Ya en la segunda mitad, los tomareños anunciaron con los cambios que el partido pasaba a una fase de contención extrema y exigía máxima concentración durante el desarrollo del juego.El equipo en todas sus líneas pasó a solidificarse como el granito y tuvo la madurez suficiente para no caer en el juego que más le interesaba a los visitantes, y donde ellos se sienten más cómodos, la crispación.
Bueno es recordar que en la ida, los de la piscina, utilizaron todas sus armas para derrotar a los tomareños. Desde el pesado Mikasa, contusiones nasales provocadas por el cuerpo a cuerpo, perdidas de tiempo desmedidas con el resultado a favor, carrusel de cambios, y la ayuda arbitral dando un gol ilegal que a la larga les dio la victoria, es lógico que los de Nervión no encontraran la manera de meterle el cuchillo a un más que ordenado equipo tomareño.
Solo el exceso de faltas y el peso de las tarjetas (5), algunas de ellas de sainete, le dieron vida a los visitantes que solo inquietaron la portería a balón parado. Pero las porterías en este equipo empiezan a ser cada vez más pequeñas, y los porteros más grandes, incluso con rachas de imbatibilidad que no se habían visto en este equipo desde antaño, eso si, siempre franqueados por una espectacular línea defensiva que vive momentos más que mágicos.
En tramo final los tomareños realizaron un cambio crucial y que oxigenó la medular cuando mas falta le hacia. El jugador hispano-holandés se colocó por delante de los centrales y se hizo el dueño del partido. Saltó como un potro salvaje para defender y anular a su amigo y compañero de selección Lucho, y espoleteó a los de arriba para acabar matando el partido a lo grande.
Parafraseando al genio de Fuengirola Juan Gómez “Juanito” y haciendo su sentencia a la tomareña, “70 minuti in San Sebastian son molto longo”, y vaya sin son largos. El final del partido fue apasionante. Hubo de todo, como en una caja de surtidos navideños. Del posible empate en una falta frontal, se pasó a una contra que el rubio extremo auriazul culminó con un golpeó que llevaba el impulso y aliento de todos los seguidores tomareños. Con la celebración de jubileo, se le puso la guinda final al partido.
Lo mejor y lo peor se vio en el patio de caballos, donde los jugadores se comportaron como adultos centrados, y los adultos se comportaron como niños insolentes. País.

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