sábado, 14 de febrero de 2009

Jornada 18ª At. Antoniano-U.D.Tomares 1-0

U.D. TOMARES: Javier (Juan Carlos, min.35), M.Ángel, Fernando, FºJosé, Álvaro, De la Rosa, P.Gómez, FºJavier, Fran (Romario, min.35)( Sam, min.62), Iván( Víctor min.35) y Jaime (Pablito, min.30).

Había mucho respeto entre ambos conjuntos y los lebrijanos sabían que los tomareños, habían sido el mejor equipo al que se han enfrentado y el único que ha sido capaz de tenerlo contra las cuerdas futbolísticamente, en el primer tramo liguero.
Tutear al futuro campeón y que te alaben en su propia casa es significativo a estas alturas de campeonato. Los auriazules siguen trabajando en pos de mejorar las carencias que tienen y nadie mejor que el Antoniano para ver que el equipo esta trabajando en aspectos que antes eran una quimera. Se está en la búsqueda del equilibrio que lleve al equipo a sentirse cómodo y por lo que se ve, casi imbatible.
El partido se perdió por puntos, como en el boxeo. Durante todos los round los del Bajo Guadalquivir fueron acumulando tímidos golpes sobre el equipo auriazul, y llegaron al último asalto sin ninguna magulladura en su portería. Al talento lebrijano hay que unirle la sabiduría para saber estar siempre con el balón en propiedad y no correr riesgos innecesarios. Vencieron por orden y disciplina, y supieron lamerse las heridas superficiales que los aljarafeños le hicieron durante el partido.
Macario, el entrenador local, maneja una gran camada de chavales (24), que con las rotaciones semanales le da para hacer dos equipos. Pero a los dieciséis elegidos da gusto verlos jugar al fútbol. Mantienen un exquisito equilibrio en las líneas y un almirez, José Carlos, en el eje del centro del campo, que ya lo quisiera más de uno para su equipo. Transmite y contagia a los suyos de un fútbol bello, haciendo a los compañeros regulares, buenos, y a los buenos muy buenos.
Las claves del partido fueron varias. Los lebrijanos tuvieron gratuitamente esos metros extras, y las décimas de segundo suficientes para saber que hacer con la pelota, primordial en el fútbol de hoy en día, al encontrarse muchas veces en superioridad en la zona de creación por exceso retraso de uno de los mediocentros auriazul.
Un gol de los llamados psicológicos al final de la primera parte, desconcertó a los tomareños. La segunda mitad arrancó con cambios en algunas líneas que no aportaron lo que el partido exigía.
La segunda fue la falta de sincronización para ejercer la presión sobre los centrales lebrijanos. Se estaba en tierra de nadie, probablemente y esto no es nuevo, por no saber las funciones que se tiene que ejercer para fajarse hasta caer exhausto con los centrales visitantes. Además si uno sabe que va estar medio tiempo en el campo, el rendimiento tiene que estar por encima del 100% para que el compañero que lo sustituya recoja los beneficios de la briega.
Y la tercera y más importante es la conducción ciega del juego ofensivo. El anhelo por reivindicarse de algunos, hace que el beneficio de estas acciones fuera auto eclipsada continuamente, porque durante el partido el equipo no tuvo un plan concreto. Se estuvo más pendiente de la contención, que fue magistral, pero se perdió la perspectiva en ataque o lo que lo mismo, los árboles no dejaron ver el bosque. Tanto se tardó en sacudir al árbol, que el partido llego a su fin sin haber tenido una ocasión clara de gol pero con la sensación de haber sido más que un digno aspirante a derrotar al líder.
Ya en tramo final, los tomareños nunca dieron la sensación de crear peligro, y solo se limitaron a esperar que en alguna jugada a balón parado le llegara el ansiado empate. Pero los lebrijanos en estos minutos se mueven como pez en el agua y son extremadamente listos. No se dejaron seducir en el juego subterráneo y abortaron cualquier acción de la que tuvieran que arrepentirse posteriormente. Al final, incluso antes de dedicarse a defender el corto resultado a su favor, decidieron aumentarlo con un latigazo final, pero los auriazules se defendieron con casta y honor, como hicieron durante todo el entretenido encuentro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El mejor partido como conjunto,sobre todo por el nivel del adversario,no fallamos en ataque,sencillamente el adversario entre otras cosas, tenia un gran centro de campo.Si la transacion de defensa- ataque la realizaramos como se trabaja en los entrenamientos,este equipo, perderiamos muy pocos partidos.Fuerza para "el Nervion".Dixit JMGD